«Nuestra gente pequeña»

Casi siempre hablamos de qué es el Comercio Justo, cuáles son sus principios, sus criterios fundamentales, etc. pero es cierto que la labor de mayor importancia la llevan a cabo miles de voluntari@s que día a día están comprometidos y dedican una gran parte de su tiempo a esta tarea sin la cual no hubiera llegado a donde se encuentra hoy en día.

Dentro de la ONGD PROYDE hay muchas personas dedicadas a esta labor, algunos recién llegados y otros que llevan incluso años ayudando a cambiar un mundo en el que el consumismo ha terminado formando una parte fundamental en la vida de las personas.  Este tipo de Comercio pretende acabar con los trabajos injustos y la explotación de los trabajadores que acechan y provocan el empobrecimiento de los países del Sur.

Para algunos es complicado entender por qué dedican su tiempo sin recibir nada a cambio y esa es la parte fundamental en las personas que se dedican a ello. “Cuando me toca acudir como voluntaria es una alegría para mi, ayudar a otras personas me aporta una total satisfacción que no puedo conseguir realizando otras tareas”, afirma una voluntaria que forma parte de esto desde hace ya cuatro años. Al principio incluso ni los propios voluntarios entienden muy bien cuál es el concepto exacto de Comercio Justo, pero una vez que se meten de lleno en la tarea comprenden perfectamente cuál es el objetivo de venta y la motivación de ayudar a personas empobrecidas.

Según nos cuentan las voluntarias, mucha gente se pregunta cuáles son los productos propios de este tipo de comercio. Pues bien, el café, los chocolates y los caramelos, en definitiva, los productos dulces son los más demandados por la gente que accede normalmente a la compra de estos productos. Así mismo, también son productos muy típicos para la venta los productos de higiene como el jabón u otros de la misma categoría.

Una de las tareas más complicadas para las personas que se dedican al Comercio Justo es concienciar a los demás de que tienen que acceder a estos productos para acabar con las injusticias que existen entre productores y consumidores. “Tenemos que ser conscientes de que muchos de estos productos de Comercio Justo, sobre todo de alimentación, los compramos en los supermercados pero con el nombre de otras marcas, sin ser conscientes de todas las repercusiones que tiene esto para los países que lo fabrican, a los que apenas les llega el dinero de sus productos vendidos y con el Comercio Justo eso lo podemos evitar”, afirma Natalia, exalumna del colegio La Salle y voluntaria de Comercio Justo.

Como dicen nuestras queridas voluntarias, ¿si tenemos la oportunidad de acceder a estos productos,  por qué no lo aprovechamos? “Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, podemos cambiar el mundo” y es que cada vez son más las personas que se unen a este lema para acabar con las desigualdades y mejorar nuestra sociedad.

"Somos rebeldes con causa. Somos Comercio Justo, ¿y tú?"<< >>Entrevista a María Felipe y Josefa del Valle

About the author : Ana Vera

You must be logged in to post a comment.